Sembrando el bosque

Solo queda el 8% de la extención original del bosque seco tropical. La tala ilegal de árboles, la ganadería extensiva y la agricultura intensiva son las principales causas que gran parte de las héctareas del bosque sean zonas deforestadas.  Según el Instituto Humboldt, cerca de un millón de hectáreas de este bioma se encuentran en tierras del Caribe, los valles interandinos y la Orinoquia. Ante este paranorama desolador se creó el programa Bosque Seco Tropical. Una apuesta ambiental que desarrolla proyectos con comunidades locales del Caribe para promover un desarrollo rural que tenga en cuenta la reforestación de las zonas degradades. 

Reforestando el bosque

La fundación capacita a mujeres y hombres sobre los sistemas silvopastoriles y agroforestales, que se utilizan en las parcelas con la siembra de diferentes especies de árboles nativos. Cada año se trabajan por la restauración ecológica y los resultados no se hacen esperar. Según Envol Vert en su Informe de Actividades,  242 hectáreas del bosque fueron replantadas para el 2020, con el apoyo de 585 personas que fueron capacitadas. La recuperación del bosque es un trabajo en equipo de las comunidades, las asociaciones campesinas y la ONG. Más de 8mil árboles fueron sembrados. Sus semillas son germinadas en viveros comunitarios, donde siembran  las plántulas que serán utilizadas en las parcelas de las familias productoras. Las siembras cuentan con características energéticas de árboles comestibles, como el guáimaro, el mango, el tamarindo, la guanábana; especies maderables como ceiba, roble y macondo también hacen parte de la apuesta ambiental.

Por último, los aprendizajes adquiridos en la producción en vivero de los participantes del programa Bosque seco tropical permitió la venta de 2.500 plántulas de guáimaro (Brosimum alicastrum) a una finca para acciones de reforestación. Una muestra que trabajar por el bosque seco brinda alternativas económicas para las comunidades.