La abundancia del Bosque Seco Tropical

Cada temporada de cosecha es una oportunidad de recolección y aprovechamiento para las comunidades que viven cerca al bosque. Gracias a la variedad de especies vegetales, los campesinos gozan de abundancia de diferentes árboles, por ejemplo, en febrero y marzo los protagonistas son el mamón, el ciruelo, el orejero, el mango, el tamarindo, el marañón y el achiote; para junio y octubre es la recolección del guáimaro que ocupa las manos de los campesinos. La gente recorre las hectáreas del bosque para darse a la tarea de recoger los frutos que serán utilizados para crear los productos de Tamandúa.

Nuestros productos nacen de las cocinas tradicionales del Caribe, mujeres y hombres han consumido por años la harina de guáimaro en diferentes recetas. Son estas preparaciones ancestrales con los frutos del bosque, la inspiración para generar una alternativa económica que promueva el consumo local y sostenible. Los habitantes del bosque han logrado una temporalidad natural de respeto por los ciclos de lluvia, sequía, floración y fracturación, como un escape a la lógica productiva del monocultivo. Estas comunidades han logrado una sinergia ambiental para fomentar la abundancia de estos frutos sin poner en riesgo el ecosistema.

Marañon

Con esta visión, Envol Vert ha facilitado espacios de formación sobre técnicas para la transformación de las materias primas del bosque. Son 60 familias que se han unido a los ciclos de capacitación, para aprender a manejar la maquinaria necesaria, conocer las prácticas de manipulación y estandarizar el proceso productivo. Todo esto para hacer un aprovechamiento responsable de las cosechas del bosque y las parcelas agroforestales.