Envol Vert y el guáimaro: conservación y soberanía alimentaria en un solo árbol
Misión de Envol Vert
La fundación Envol Vert en su misión de conservar y reforestar el Bosque seco Colombiano, ha venido desarrollando proyectos con diferentes comunidades, el eje central de esta labor son los viveros forestales, es ahí donde se empieza articular el trabajo comunitario y de conservación.
A través de la pedagogía y de la misma experiencia relacionada con el vivero y la siembra las personas reconocen el valor del bosque, los usos y beneficios que brinda para el sustento de la vida, se incentiva un cambio de perspectiva en el aprovechamiento de los recursos, por medio del uso de sistemas agroforestales y silvopastoriles.
El guáimaro, el árbol de la vida
Hay un árbol muy especial que representa muy bien las bondades de la conservación y es el Guáimaro, el cual se ha convertido en una insignia de los proyectos de la fundación, por sus múltiples servicios al medio ambiente y por su contribución a la soberanía alimentaria de las comunidades que lo conservan. Las semillas de Guáimaro también llamadas la nuez maya, se dan abundantemente en dos temporadas de cosecha, sirven para alimentar animales y humanos, se destaca como uno de los alimentos más representativos de las culturas indígenas en centroamérica.
En Colombia se está haciendo un esfuerzo por rescatar los saberes ancestrales en torno a su preparación y así reincorporar su consumo en la dieta de las personas, pues tiene un valor nutricional importante y existen muchas alternativas en su preparación. La fundación ha contribuido a este proceso por medio de la investigación de los componentes de la semilla, el registro de recetas, elaboración de fichas técnicas e identificación de cualidades nutricionales.
El proceso de apropiación del guáimaro, se ha incentivado por medio de la creación de espacios pedagógicos, gastronómicos, culturales y comerciales en diferentes eventos como intercambios con otros proyectos, capacitaciones, participación en ferias, festivales, encuentro gastronómicos y en la cotidianidad de los fogones, de esta forma se afianza en la cultura su uso y su conservación.
El guáimaro tiene un gran potencial para contribuir a la economía local como producto de comercialización, para apoyar las iniciativas de la comunidad en crear alternativas económicas, se realizan capacitaciones y talleres prácticos de transformación, se acompaña el análisis de costos, estandarización de procesos e investigación de posibles mercados. De esta forma se desarrollan las habilidades productivas de las personas y se abre la posibilidad de comercializar sus productos.